Este día, como muchos otros en Chiang Mai, comenzó con la misma tranquilidad que ya me había acostumbrado a disfrutar. La suave brisa matutina me saludó al abrir las ventanas de mi apartamento, y el sol prometía un día agradable. Tras una noche de sueño reparador, me sumergí en la rutina de la ciudad tailandesa.

El día en Chiang Mai

Mi desayuno consistió en una variedad de frutas frescas, acompañadas por una lata de café con ese toque adictivo que tanto disfrutaba. Nunca las he encontrado en Europa. Era como un ritual personal que me recordaba lo afortunado que era de estar en este lugar.

La piscina de mi condominio ofrecía un refugio del calor tailandés. Pasé algún tiempo relajándome junto a sus aguas, disfrutando de la paz y la tranquilidad de la mañana. Desde allí, me retiré a mi balcón, desde donde podía contemplar el movimiento de la ciudad y reflexionar sobre mis experiencias y aventuras.

Fui a Maya y me comí un rico Khao Soi

Khao Soi

Sin embargo, mi día no podía ser solo contemplativo. Mi trabajo requería mi atención, y me sumergí en mis tareas laborales. Las horas pasaron volando mientras me concentraba en mis responsabilidades, pero al final de la jornada, me sentí satisfecho por lo que había logrado.

Juegos de mesa, otro día más

Con la noche acercándose, llegó el momento de decidir qué hacer con mi tiempo libre. En este rincón de Tailandia, las opciones nunca escaseaban. Hoy, tenía ganas de una noche de juegos de mesa y buena compañía, así que decidí visitar uno de los bares locales especializados en juegos.

Al llegar al lugar, me di cuenta de que no sería el único en busca de diversión. Mis amigos habituales, «Giordios», «El Alcalde» y «TangoTeacher», ya estaban allí, y la atmósfera estaba llena de risas y emoción.

Pasamos horas entre juegos de mesa, desde los clásicos hasta los más nuevos, disfrutando de la competencia amigable y de las bromas entre partidas. Era un recordatorio de cómo la sencillez de los juegos podía unir a las personas de diferentes rincones del mundo.

Sin embargo, mi inquietud por explorar siempre me impulsaba a probar cosas nuevas. Al final de la velada, mencioné mi interés en un juego que nunca antes habíamos probado, «Dominion». La idea fue recibida con entusiasmo, y pronto estábamos planeando cuándo podríamos incorporarlo a una de nuestras futuras reuniones.

Dominion, el juego

dominion game
Esto es lo que me dice la IA del Dominion… solo ha acertado en el nombre y que son cartas…

Dominion, diseñado por Donald X. Vaccarino y lanzado en 2008, es un juego de cartas de construcción de mazos que ha ganado numerosos premios y se ha convertido en un referente en juegos de mesa modernos. El objetivo del juego es acumular la mayor cantidad de puntos de victoria al final. Estos puntos se obtienen a través de cartas de reino específicas, cartas de tesoro y maldiciones.

Los jugadores comienzan con un mazo básico idéntico y, a lo largo del juego, compran nuevas cartas del suministro común para mejorar sus mazos. La construcción de mazos es fundamental, y las fases principales del turno incluyen acciones y compra.

El suministro de cartas de reino se selecciona al azar en cada partida, proporcionando variabilidad y definiendo las estrategias posibles. Dominion tiene expansiones que introducen nuevas cartas, mecánicas y estrategias, ampliando la rejugabilidad y complejidad.

Ganador del Spiel des Jahres en 2009, Dominion destaca por su mecánica innovadora y la capacidad de proporcionar experiencias únicas en cada sesión. En resumen, ofrece una experiencia estratégica y dinámica, con una combinación de planificación a largo plazo y adaptación táctica, permitiendo a los jugadores desarrollar estrategias únicas en cada partida.

Finalmente, con una sensación de alegría por la noche pasada y con la promesa de más diversión por delante, decidí regresar a mi apartamento. A medida que caminaba por las calles de Chiang Mai, me di cuenta de cuánto valoraba estos momentos de esparcimiento y amistad en esta ciudad lejana, y sentí gratitud por cada experiencia que me brindaba.