Después de la fiesta de reguetón de la noche anterior, me desperté algo cansado pero sin resaca. Además tenía que asistir a mi primer Brunch en Chiang Mai.

Comencé el día disfrutando de un desayuno en un acogedor local cercano a mi apartamento. Fue entonces cuando recibí un mensaje de una chica con la que había hecho match en Tinder, que me había visto pasar camino al desayuno. Decidí invitarla a desayunar al día siguiente, y así comenzamos la historia de «DriverGirl».

Aquí desayuné, buen sitio, me gustó bastante.

curioso aceitero

Brunch Chiang Mai

Después del desayuno, regresé a mi apartamento para descansar un poco, ya que había aceptado asistir a un brunch organizado por la comunidad de nómadas digitales de Chiang Mai. Este evento tenía lugar en un lugar un poco alejado de la ciudad, un encantador sitio llamado Café Oasis.

Durante el brunch, me encontré con diversas personas, incluyendo a «Gila», con quien tuve una interesante conversación. Ella me comentó que no asistió a la fiesta de reguetón la noche anterior debido al cansancio que experimentó durante la caminata.

También estaba presente «Matthew«, y me llamó la atención la diversidad de personas en el evento. Recordé especialmente a una chica mexicana que había trabajado en la ONU y que iba a organizar una reunión en un restaurante mexicano la semana siguiente. El evento fue entretenido y repleto de conversaciones interesantes.

Una partida más al Dominion

Después del brunch, regresé a mi apartamento, aunque no permanecí allí durante mucho tiempo. La razón principal era que había quedado con «TangoTeacher» y «Giordios» para jugar al Dominion en uno de los bares de la ciudad. Dominion es un juego de cartas de construcción de mazos diseñado por Donald X. Vaccarino y es conocido por su estrategia y profundidad.

Pasamos la tarde disfrutando de este juego, y en una de las partidas se unió el propietario del local, un apasionado del juego. «TangoTeacher» me contó que su profesión era ser profesora de tango, lo que me hizo reflexionar sobre la dificultad de aprender tango. Su respuesta ingeniosa fue: «Imagina, yo soy la profesora». Esta experiencia de jugar al Dominion fue muy divertida y memorable, y seguimos hablando de ella en el futuro.

Una vez terminamos de jugar, nos dirigimos a un bar a tomar una cerveza antes de regresar a casa, ya que al día siguiente tocaba trabajar. Además, tenía una cita con «DriverGirl» para desayunar. La vida en Chiang Mai estaba llena de encuentros inesperados y emocionantes, y cada día parecía traer una nueva historia o experiencia.

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