Aquí os contaré mi decisión de visitar una zona de la muralla de Chiang Mai. Y mi opinión sobre ello…
Este día en Chiang Mai, aunque en apariencia comenzó como otro día tranquilo, tenía un toque especial. Empecé la jornada de manera rutinaria, con mi ritual matutino de una lata de café adictiva, una elección que ya había hecho el día anterior en el Seven-Eleven cuando fui a comprarla. Acompañé mi café con un poco de fruta, y mi desayuno fue tan bueno como siempre
Comida a domicilio en Chiang Mai
A medida que el día avanzaba, decidí pedir comida a domicilio, siguiendo mi práctica habitual en Tailandia utilizando FoodPanda, aunque a menudo recurría a Grab en otras ocasiones. En los condominios, la entrega de comida es un poco particular: los repartidores no pueden subir a los apartamentos, por lo que te llaman y tú mismo debes ir al vestíbulo principal o al estacionamiento para recoger tu pedido.
Yo solía decirle al repartidor que se dirigiera al estacionamiento, facilitando su trabajo y realizando un breve viaje en el ascensor para recoger la comida. Así el repartidor hacía la entrega en menos tiempo… y podía usar esos minutos para el siguiente reparto. No sé si van a comisión o con salario fijo, pero al menos tiene la oportunidad de conseguir más propinas, al hacer más pedidos en menos tiempo.
La muralla de Chiang Mai
Pasé la mayor parte del día en casa, disfrutando del aire acondicionado, pero mi mente inquieta se negaba a quedarse quieta. Finalmente, me decidí a explorar la esquina más alejada de la muralla de Chiang Mai. Para aquellos que no estén familiarizados, el centro histórico de Chiang Mai está rodeado de fragmentos de muralla que han sido reconstruidos, ya que las estructuras originales fueron destruidas hace mucho tiempo.
Historia de la muralla
La construcción de la muralla de Chiang Mai se remonta al siglo XIII durante el reinado del rey Mengrai, quien fundó la ciudad. En ese entonces, Chiang Mai estaba destinada a ser la capital del Reino de Lanna. La muralla tenía un propósito fundamental: proteger la ciudad contra amenazas externas, ya fueran invasiones de ejércitos enemigos o incursiones de tribus vecinas.
A medida que Chiang Mai creció en importancia como centro político, cultural y religioso en el norte de Tailandia, la muralla se convirtió en una estructura emblemática que simbolizaba la grandeza de la ciudad. Durante los siguientes siglos, experimentó renovaciones y modificaciones para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad y los gobernantes.
A lo largo de la historia, Chiang Mai fue objeto de conflictos y tensiones regionales, y la muralla desempeñó un papel vital en la defensa de la ciudad. Aunque partes de la muralla original han cedido ante el tiempo y la urbanización, especialmente durante el siglo XX, la estructura ha sido objeto de esfuerzos de conservación y restauración para preservar su importancia histórica.
Hoy en día, la muralla de Chiang Mai no solo es un hito arquitectónico, sino también un testigo silencioso de las vicisitudes de la región y una conexión tangible con la rica herencia de Tailandia. Su presencia continúa siendo un recordatorio tangible de la antigua grandeza de Chiang Mai y su posición única en la historia tailandesa.
Diseño y Estructura de la muralla de Chiang Mai
La muralla de Chiang Mai, construida en el siglo XIII durante el reinado del rey Mengrai, simboliza la antigua grandeza de la ciudad y su papel fundamental como la capital del Reino de Lanna. Concebida con una forma cuadrada, cada lado de la muralla tiene una longitud impresionante de aproximadamente 1,6 kilómetros y está rodeada por un foso, agregando una capa adicional de defensa.
Originalmente, la muralla contaba con cuatro puertas principales, cada una orientada hacia un punto cardinal. Estas puertas, Tha Phae Gate (este), Chiang Mai Gate (sur), Suan Dok Gate (oeste) y Chang Puak Gate (norte), servían como puntos de acceso clave. A lo largo de la muralla se erguían torres de vigilancia estratégicas que proporcionaban una vista panorámica y actuaban como puntos defensivos cruciales.
Durante el siglo XVI, bajo el reinado del rey Kaew Nawarat, la muralla experimentó renovaciones sustanciales. Se incorporaron ladrillos y estuco para fortalecer la estructura, destacando la adaptabilidad de la muralla a lo largo del tiempo.
La muralla de Chiang Mai, además de su función defensiva, se erige como un hito arquitectónico con detalles cuidadosos, desde su diseño cuadrado hasta la simetría de sus puertas cardinales. Este monumento histórico, aunque ha perdido algunas secciones con el tiempo, ha sido objeto de esfuerzos de conservación y restauración.
Más que una simple estructura, la muralla es un testigo silencioso de la rica historia de Chiang Mai. Su preservación es esencial para mantener viva la conexión tangible con la herencia tailandesa y la antigua grandeza de esta ciudad del norte de Tailandia.
Mi visita
Tomé un taxi y me dirigí hacia esa parte de la muralla, con la expectativa de descubrir algo nuevo. Sin embargo, la noche no proporcionó el ambiente adecuado para apreciar su belleza y significado histórico. Además, resultó que esa zona amurallada de Chiang Mai no era precisamente la más emocionante.
Aunque este día no estuvo lleno de emociones o eventos notables, demostró que incluso las experiencias tranquilas tienen su lugar en nuestras aventuras. Nos brindan la oportunidad de reflexionar, recargar energías y prepararnos para las emocionantes jornadas que seguramente están por venir en Chiang Mai. A veces, las pausas en la acción son tan esenciales como las propias aventuras, ayudándonos a apreciar el ritmo tranquilo de la vida en un lugar tan fascinante como Chiang Mai.