El gran día había llegado, y con una mezcla de emoción y ansiedad, me preparé para emprender mi viaje hacia el sudeste asiático. Mi itinerario comenzaba con un tren desde Berlín hasta el aeropuerto de Frankfurt, seguido de un vuelo con Saudia y una escala en Riad, en el King Khalid International Airport.

Sin embargo, como suele suceder en las aventuras, las cosas no siempre salen como se planean. Días antes de partir, recibí un correo electrónico de la «Renfe Alemana» que anunciaba la cancelación de mi tren original y me sugería tomar el siguiente, que saldría unos 20 minutos más tarde.

Además, Saudia me informó que la conexión en Riad se retrasaba 7 horas, lo que significaba que tendría que pasar ese tiempo en el aeropuerto si no quería incurrir en gastos de visado para salir fuera del aeropuerto. Esto fue comunicado con 1 día de antelación 

De Berlín a Frankfurt

A pesar de estas noticias desalentadoras, me encaminé hacia la estación de tren de Berlín (Hauptbahnhof) en un taxi desde mi casa. Para mi sorpresa, cuando llegué allí, el tren que se suponía que se cancelaría estaba en la plataforma. La única diferencia era que tendría una parada más larga en Efurt y después cambiaría de nombre para ser el tren Erfurt – Frankfurt. Decidí quedarme en el tren, y, de hecho, partió rumbo a Frankfurt sin problemas.

La revisora del tren me hizo una observación sobre por qué no había tomado otro tren, pero le expliqué que había elegido este por su puntualidad aparente, que quizá tomar el otro tren me haría llegar tarde. Nos reímos y selló mi billete.

Y así llegué a la estación de Frankfurt, la verdad es que es bastante grande, y es fácil perderse allí. Al final tomé el S-Bahn, que lo encontré más rápido que un tren regional, y mi billete era válido para ello

Aeropuerto de Frankfurt

Una vez en el aeropuerto, llegué a una terminal diferente, así que tocó tomar el bus que hace cambios entre terminales (gratis) y llegué a la terminal donde se encontraba mi aerolínea, como sorpresa negativa, el aeropuerto de Frankfurt pretendía que pagase 1€ por el carrito de llevar las maletas. Ese dia hice pesas, ya que mi maleta era una mochila de deportes 😀 

Me dirigí al mostrador de Saudia, hice el check-in y despaché mi equipaje. Luego, pasé por seguridad sin problemas, a pesar de mis preocupaciones sobre las largas colas en los aeropuertos en horas punta. Y más viendo que el aeropuerto de Frankfurt fue uno de los más afectados, recordemos las colas en verano de 2023…

Avión de saudia en Frankfurt
Avión de saudia en Frankfurt

Así se ve el avión que me llevaría de viaje…

Abordé el avión y me dirigí a mi asiento, donde conocí a mi compañero de asiento, a quien cariñosamente he llamado «Macho Alfa». Era un simpático alemán, de esos que no les preocupa hablar inglés,  que viajaba con su esposa hacia Asia. Mantuvimos una agradable conversación durante el vuelo, compartiendo historias y consejos de viaje. Además me informó que yo no era el único que viajaba desde Berlín en ese avión, que al parecer a más gente le pareció buena idea tomar el tren desde Berlín a Frankfurt y luego el vuelo. 

La comida a bordo resultó ser bastante decente, considerando las expectativas típicas para las comidas de avión. Además, me llamó la atención el mensaje de seguridad en video, presentado por un hombre con una chilaba, que explicaba todo con claridad.

Saudia

Aquí tenemos a el hombre explicandonos las medidas de seguridad del avión.

Finalmente, aterrizamos en Riad sin contratiempos. Pasé por la seguridad del transfer sin problemas y todo transcurrió según lo planeado. Así concluye mi primer día de este emocionante viaje, amigos.